Harta de no nos queda, de ese precio del catálogo está mal, de dependientes con contrato temporal a los que lógicamente todo se la suda, de engaños, tretas y triquiñuelas, de sotas de bastos que no saben quién es el cliente, de justamente la oferta terminaba hoy, de ponga una queja en Consumo de donde nunca le llamará nadie, harta de todo eso y del precio de la gasolina y los inconvenientes de la cárcel, sólo vi una opción factible: cagarme en todo lo que se mueve a través de este su blog amigo.
Y tirar algún que otro piropo también, si se merece. Faltaría.

lunes, 1 de marzo de 2010

Asador El Tolmo

El domingo pasado tuve el gran placer de ingerir en El Tolmo, en Brihuega (Guadalajara), a donde llegamos por casualidad mientras buscábamos un sitio sitio con comida en mayor o menor medida dispuesta para el consumo donde tengan por costumbre cambiarla por dinero, es decir: un bar, restaurante o similar.

Pues aquí entramos, en El Tolmo. Nos dieron cita para media hora después (estaban a full), pero el olorcillo invitaba a pensar que la espera merecería la pena. Y efectivamente. Los múltiples premios gastronómicos de Castilla-La Mancha que figuran a la entrada no los han recibido por casualidad. Qué rico, madre.

Nos sentamos, miramos la carta, empezamos a pedir comida. El metre / camarero / empleado nos advirtió de forma muy amable y según íbamos pidiendo, de que igual nos estábamos pasando tres pueblos. "Yo creo que os va a sobrar comida, ¿eh?, las raciones son abundantes..."Lo cual supone muchos puntos a favor del establecimiento, no ya que las raciones sean abundantes, sino que te lo indiquen y no te dejen pedir (y gastar) a espuertas. Decidimos aceptar su sabio consejo.

Al final nos deleitamos con:
-Un morteruelo
-Un pisto casero con lomo de la olla en costra de ibérico
-Un cochifrito de lechón con ajada al orégano
-Una tarta de queso con higos.
(más un agua, una caña, y el pertinente pan)

Tras quedarnos con las ganas de involucionar al mono que fuimos y pasar la lengua por cada centímetro cuadrado del plato, apoquinamos con gusto los 47 euros que nos costó todo. No sé si les parecerá caro o barato, pero yo puedo decirles que el día anterior pagamos más por un "menú especial" en César que no le llegaba a esto ni a la suela de los zapatos.

Algo también a favor de El Tolmo es que, en contra de las últimas tendencias por las que yo maldigo cada vez más a bares y restaurantes, en la web de El Tolmo aparecen los precios en la carta. ¡Y actualizados!


Nivel de recomendación: 4 tirando a 5

Comparativa calidad-precio: Muy bien

2 comentarios:

  1. Por algo la familia los Pepes, naturales de Brihuega y que entre todos son mas de 40 y que comen como 15 (cada uno) siempre están metidos en El Tolmo !Por algo será¡ rico, rico que diria Arguiñano.

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  2. estarán gordito, ¿no?
    prometo que cuando vaya a Brihuega iré a El Tolmo.

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Amigo, si estás tan indignado como yo, o te indigna mi indignación, no dejes de quejarte. Viva la caspa.