Harta de no nos queda, de ese precio del catálogo está mal, de dependientes con contrato temporal a los que lógicamente todo se la suda, de engaños, tretas y triquiñuelas, de sotas de bastos que no saben quién es el cliente, de justamente la oferta terminaba hoy, de ponga una queja en Consumo de donde nunca le llamará nadie, harta de todo eso y del precio de la gasolina y los inconvenientes de la cárcel, sólo vi una opción factible: cagarme en todo lo que se mueve a través de este su blog amigo.
Y tirar algún que otro piropo también, si se merece. Faltaría.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Restaurante César y Mesón Castilla (Pastrana)

Finalizo mis crónicas alcarreñas por el momento con esta reseña doble relativa a la cuestión alimenticia en Pastrana: el restaurante César y el Restaurante-Mesón Castilla. Les indicaría la página web, pero no la tienen.

Qué decirles. Pues que en ambos casos se trata de restaurantes muy a tono con el ánimo pastranense, pastranero o como quiera que sea el gentilicio de esas tierras, es decir: se trata de comercios que se han subido al carro del turismo rural y cobran por sus servicios mucho más de lo que valen. Me explayo:

Él César y lo que es del César:

El César tiene pinta de ser el típico restaurante-del-pueblo donde va la gente a celebrar aniversarios los domingos. Con unas 10 mesas en total, cobra casi 26 euros por el "menú Especial", "menú turístico" o como quiera que llamen al único menú que, en principio, tienen visible (salvo que seas del terruño y sepas que hay otro al precio de 10 euros). Bueno, si lo vale, lo pagas y ya está. El problema es que no lo vale. Mi cordero estaba reseco y de lechal no tenía nada, y los demás platos pues no es que estuvieran mal, pero desde luego, no valen lo que cuestan. Ni tampoco parecía valerlo el menú de 10 euros que vimos al lado, la verdad.

Castilla nuestra:
El mesón Castilla nos fue recomendado por el dueño del hotel, al que luego, a la sazón, nos encontramos allí, tomando unos vinos, que es lo que se hace en los sitios de solera. Nosotros fuimos a cenar. De precio andaba prácticamente como el César, pelín más barato quizás.
Tuvieron detalles gloriosos, como que la camarera nos perdonara la vida por querer cambiarnos a otra mesa que no tuviera el sonido estridente del futbol justo encima (la parte del local destinada a restaurante estaba vacía, añado), y que siguiera perdonandonosla a cada plato que traía. A la sazón: se me ocurrió preguntar de qué era el consomé que figuraba en la carta, si de yema o de jerez (consomé que se cotizaba a 5 euros). "No, es sólo el caldo, pero si quieres te echo una yema". Le digo que muy agradecida y me lo trae con yema. En la cuenta, el coste de la yema figura aparte: 1 euro. Desde entonces vivo con el deseo de comprar una docena de huevos en mi barrio por ese precio y donarlos al mesón con una inscripción que diga: "Para próximos amantes del consomé -de su anónima benefactora".

En fin: que se preguntarán ustedes entonces por qué cojones nos fuimos a meter en estos lugares inmundos para proceder a la ingesta, y no nos metimos en otros. Pues principalmente, porque no había otros. La mafia pastranense se materializa en la hostelería y tiene todo pillado. Para más INRI, los cuatro o cinco restaurantes que hay tienen misteriosamente la misma tipografía, formato y casi idénticos precios en sus cartas. Y no conseguimos ver ni un triste bar de platos combinados o semejantes. Y no será porque no pateamos el pueblo...

En resumen: que menos mal que al día siguiente acabamos por casualidad en El Tolmo, porque si no, el aspecto gastronómico de nuestra incursión alcarreña habría quedado hecho unos zorros.


Nivel de recomendación: 2
Relación calidad-precio:
Mesón Castilla: mala
Restaurante César: mala de cojones.

9 comentarios:

  1. Amigo, si estás tan indignado como yo, o te indigna mi indignación, no dejes de quejarte. Viva la caspa.

    Tremolina, me indignas tú, tu caspa y tus comentarios.

    Menuda bloger-mielda estas hecha.

    Pastrana no es un pueblo Mielda, ni se ha subido al carro del Turismo.

    Pastrana hace 500 años ya era Villa Medieval.

    Parece que además de visitar bares en busca del plato casi-regalado de bareto en crisis, no hiciste otra cosa en Pastrana.

    Pastrana cuenta con un total de 12 Restaurantes, algunos de ellos con estrella Michelin y otros con premios nacionales de gastronomia.
    Hay tambien bares con platos del dia muy baratos, Cuastro- Caños, Callejon, Leon, Casa Seco, El Mirador.

    Mientes Tremolina, por algo será!!!
    Te pasaste por la Oficina de Turismo de Pastrana.
    Pasate tambien por la Facultad a tomar apuntes de nociones basicas de Ciencias de la Información . Respeto Tremolina !!
    Ya que no das la cara, yo tampoco!

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  2. Yuju! Por fin El Consumidor Implacable cuenta con un detractor de solera! Un pastranero/pastranense/pastranino? que me invita a hacerme periodista! De aquí a codearme con Losantos hay un paso, ya os lo advierto!

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  3. Hola,si tan malos son (los restaurantes,hoteles,y todo ....)a que vienen-si nadie les esta llamando ,todos tenemos derecho opinar y Pastrana es una Villa maravillosa,y si no les gusta ya saben lo que tienen que hacer - no venir -

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  4. mal educada,buscate los platos regalados en tu barrio que debe ser un barriomielda para tener que irte a buscar sitios sin informarte

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  5. Tremolina si no sabes salir de tu casa no salgas comprate una docena de huevos y te los comes todos en casita que en un restaurante hay mucho impuestos y gastos que pagar y cuando te sientas a comer tienes que tener en cuenta que no solo estás pagando un huevo si no un servicio... y por supuesto tu puedes tener tu opinión pero primero tienes que tener un principo 'educación'

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  6. Comunista malo, tu entiendes poco de gastronomia, ya que si supieras algo no dirias esas tonterias de que los menus no valen eso, cacho lerdo.

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  7. Llego tarde, seguramente me habré perdido algún otro: "cagarme en todo lo que se mueve". Que ya dice bastante de la elementa llamada "LA TREMOLINA". Me imagino la escena en La Plaza de la hora. Aparcan su "bi em dabliu" mientras se quejan de lo cerca que han dejado los coches colindantes. Se ajustan el pañuelo al cuello, se suben la solapa y comentan el frío que hace en éste pueblo. Deambulan un rato resaltando los desconchones de algunas fachadas, lo irregular del pavimento, y esos pequeños detalles urbanos, que no pegan. "LA TREMOLINA" decide comer y se sumerge entre las mesas de Cesar. Pero de entrada no le mola. No han puesto ni alfombra roja ni nadie le ha ayudado a quitarse sus elegantes ropas de abrigo. No. Esta estrecha (me refiero a la ubicación en el comedor), incómoda. La verdad es que la experiencia de muchos años nos ha enseñado a ver a distancia a toda esta banda de seudo "señoritas y señoritos" de aparente buena alcurnia y cuna, que vienen desde "la capital" a descubrir "provincias". A reconquistar, a ilustrarnos en lo que debe y no debe ser. LLegan , se "cagan en todo lo que se mueve" y se van balbuceando frases ininteligibles. No tienen ni idea del descanso que dejan. No se preocupan, ni saben hacerlo, de lo que tiene que pasar un modesto emprendedor en un pueblo para poder ofrecer lo que esta especie, como "LA TREMOLINA", no será capaz nunca de ofrecer. Los muchos detalles históricos del lugar, les habrán pasado inadvertidos. Los edificios donde en buena parte se fraguo la historia de la época. Sus personajes, sus vivencias...No. "LA TREMOLINA" llega donde quiera que sea, "se caga en todo lo que se mueve" y ya tiene una historia que contar el lunes, mientras los cafés, a sus compas. Que seguramente escucharán con desdén e indiferencia sus despectivas andanzas por "provincias". En fin. Nada nuevo. Otra paleta de Madrid haciéndose pasar por entendida de algo. Con el sentido crítico agudizado y con la modestia junto a sus nobles deposiciones cuando "se caga en todo lo que se mueve". Menospreciable ser "LA TREMOLINA" esta. Pero ella se lo pierde. Se ha perdido el conocer la nobleza castellana. La idiosincracia popular, el trato y el conocimiento de unas gentes a las que jamás les llegará a la suela. Ni siquiera mientras depone en alguna refinada letrina, la llamada "LA TREMOLINA". Tu te lo has perdido.

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  8. Hacía mil años que no prestaba atención a este blog y que, de hecho, no publico los comentarios, muchos de ellos más malsonantes todavía y, ante todo, nada ambiguos, al respecto de su malestar con los locales de referencia (que no solo conmigo). Me parecían mu fuertes y maleducados deverdá, y qué narices, bastante coñazo. Pero he aquí que me hallo en mi correo con este que, efectivamente, llega tarde. Amigo Anónimo, mencatas :D. Me parto con tu comentario, así que ea, resucito al Consumidor Implacable, y lo publico. Pero déjame decirte que como psicoanalista no tienes precio: no has dado ni una en tus conclusiones sobre mi persona :D. Desgraciadamente, porque es una imagen que se me antoja harto entretenida, esa de señorito andalú ascendido a capitalino :).

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  9. Acabo de comer en el mesón Castilla de Pastrana y la verdad es que es un sitio bastante mediocre.
    El primero estaba incomible y el segundo lo servían flotando en aceite y muy soso.
    El servicio fatal. La chica era más normal, pero el señor y la señora son superbordes.
    Me esperaba más de ese pueblo, la verdad…

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Amigo, si estás tan indignado como yo, o te indigna mi indignación, no dejes de quejarte. Viva la caspa.