Hay algo catalogado de restaurante de comida moderna-internacional en foros y páginas especializadas y que lleva por nombre Anina, a donde decidimos ir a cenar el pasado viernes. Sito en la Plaza de la Cebada, cuesta un cierto triunfo encontrarlo, pero al final dimos con ello y procedimos a hacer uso de nuestra reserva. El mobiliario, bien: sillas y mesas de la tía abuela puestas aquí y allá que tanta personalidad otorgan a los bares berlineses.
La primera sorpresa fue que la comida moderna-internacional es lo que en otros locales llaman "tostas". La segunda sorpresa, que esas tostas son las que en otros locales cuestan la mitad. Amén de tostas, la cocina moderna-internacional se caracteriza por tener ensaladas y/o alguna que otra pasta. Punto.
Nos decidimos por las tostas. Las únicas que había calientes, eran de escalopines empanados con salsa de diversos botes y latas (mostaza, crema de cabrales, etc). Precio: 8 euros la tosta. Las tostas frías, de entre 5,50 y 6 euros cada una, no presumían de mayor calidad ni originalidad, añado. Lo único que sí tenía una pinta más excepcional eran las tartas, pero al precio de 6 euros la ración, eso sí. Ni en la mejor pastelería vienesa de La Haya tenían ese precio.
Resumiendo: que eso es más bien un bar donde se puede comer algo, pero que la relación calidad-precio queda por los suelos. Sobre todo considerando que no hay más que cruzar la plaza para encontrar el Retrobar, donde las tostas, a menos de la mitad de ese precio, sí merecen notablemente más la pena.
Nivel de recomendación: 2
Relación calidad-precio: mala
lunes, 8 de febrero de 2010
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Señorita Tremo...
ResponderEliminarLo primero, enhorabuena por este "blog pataleta", que seguro que nos proporcionará buenos ratos.
De momento, dos críticas, y las dos de restaurantes. Cualquier día la fichan a usted de crítica gastronómica, no digo más...
Un abrazo.
R
La hostelería en España o el robo legal, segundo asalto :P
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