Harta de no nos queda, de ese precio del catálogo está mal, de dependientes con contrato temporal a los que lógicamente todo se la suda, de engaños, tretas y triquiñuelas, de sotas de bastos que no saben quién es el cliente, de justamente la oferta terminaba hoy, de ponga una queja en Consumo de donde nunca le llamará nadie, harta de todo eso y del precio de la gasolina y los inconvenientes de la cárcel, sólo vi una opción factible: cagarme en todo lo que se mueve a través de este su blog amigo.
Y tirar algún que otro piropo también, si se merece. Faltaría.

jueves, 15 de abril de 2010

Curiosidad: Baklust

Blaklust es uno de esos locales de última generación donde todo lo que se ingiere es ecológico. Lo descubrí por casualidad durante mi última visita a La Haya, mientras buscábamos un sitio donde refugiarnos de la lluvia.


La estética tuiene algo de kitsch, algo de naïve y algo de años 50, y resulta agradable. La cocina tiene uno de sus lados "abierto" al comedor, de tal forma que los clientes pueden ver prácticamente todo lo que en ella se cuece (literalmente). Tienen tartas muy sabrosas y, como curiosidad, tienen leche de soja para elegir en lugar de leche normal -lo cual viene muy bien para intolerantes a la lactosa, que no es cuestión baladí eso de no poder tomarse uno un café con leche sopena de irse por la pata abajo-.

Sobre precios, pues pueden imaginarse: los correspondientes a un sitio cool y novedoso. O sea: pelín altos. Pero bien como experiencia.


Nivel de recomendación: 3
Relación calidad-precio: bien tirando a caro.

1 comentario:

  1. Yo añadiría que mucha leche de soja y demás moderneces, pero no tenían descafeinado de los de toa la vida... craso error para ser tan alternativos

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Amigo, si estás tan indignado como yo, o te indigna mi indignación, no dejes de quejarte. Viva la caspa.